Señales en Calblanque.
Hay un rinconcito del Mediterráneo, cerca de donde yo nací, donde aún puedes, desde el mar, mirar a tu alrededor y no ver ningún edificio, ninguna grúa, ninguna presencia humana si vas en invierno. Sólo escuchar tus pies hundirse en la arena, el agua, el viento, y sólo encontrar tus huellas en el camino de regreso.. Un buen sitio para perderse, ojalá siga así, virgen y tan mágico, al menos para mí, por mucho tiempo.
Es normal, como me contaba un amigo durante un paseo por allí, que andemos por un simple camino de tierra pensando que no es más que eso lo que pisamos, sólo tierra. Pero si prestamos un poco de atención, si somos un poco sensibles y cuidadosos, nos daremos cuenta de que existen montones de señales, que nos pasan desapercibidas, de todas las cosas vivas que nos rodean. A menudo pienso que nos creemos el centro del universo y no somos más que bichos con dos patas que andan por el campo igual que lo hacen muchos otros seres, animales y plantas a su manera, que viven su vida y tienen sus alegrías y problemas independientemente de nosotros, y dejan un rastro que puedes ver sencillamente acercando la nariz al suelo: huellas, nidos, trampas, escondites... Si miras de cerca una flor, seguro que dentro lleva un bicho tan a gusto durmiendo; si fijas la mirada en unos matorrales descubrirás a una lagartija vigilándote, o un escarabajo que te ha oído está haciéndose el muerto; levantas una piedra y aparece un escorpión fresquito en su sombra; un agujerito entre unas ramas es en realidad el nido que se ha construido una tarántula; un sencillo huequecito en la arena es la trampa de una hormiga león, que espera enterrada en el centro con sus súper-mandíbulas a que una desgraciada hormiguita argentina resbale y caiga dentro, pero a veces el cazador es cazado... Una oruga merendando su hojita tierna, la casa de un pájaro carpintero en el tronco de una palmera, el cráneo de un lagarto con su "tercer ojo", un sentido de la luz del que tú y yo carecemos.. Notar todo esto, aunque sea por unos instantes, y sentir que no soy el único sino una parte más de algo, me hace sentir pequeño, humilde, prescindible... Y en esto pienso cuando veo anochecer tras las montañas, y brilla la primera estrella o planeta en el cielo..

2comentarios

Anonymous Anónimo

...me alegra ver que sigues igual... y que hay gente que puede ver esas cositas... notar esa magia... Cosa bonita

27/7/06  
Anonymous Anónimo

oooOoh! un hinduista retirado a las grutas de Calblanque! que el divino Vishnú te protejaaa jjajaja!!

1/8/06  

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