Los últimos días de noviembre 08..

La calma antes de la tempestad

...se han sucedido tormentas de levante y de poniente. Las primeras, con ese viento cargado de lluvia horizontal que golpea en las ventanas, y que me gusta ver desde casa con las luces apagadas, brillando millones de gotas alargadas a la luz de las farolas, azotando y retorciendo las palmeras, reflejando la luz de los coches en la carretera.. Llegando a marcar la boya de Cabo Palos hasta 4 metros de altura, las sesiones en los rincones resguardados han sido inolvidables.. Caminata bajo la lluvia por ese sendero sembrado de verde, entre montañas, para estar solos en el agua, deshaciendo el camino al anochecer.. Y aquella mañana, bien temprano, de olas azul-grisáceas perfectas enroscándose a mi lado, recogiendo contundentemente de izquierdas, enrollándose sobre mí y envolviéndome mientras no aparto la vista del agujero de salida, dejando de oír "el mundo" para escuchar ese susurro sobrecogedor, esa especie de silencio líquido.. Disfrutando del espectáculo que tan pocas veces he visto en el Mediterráneo, aprovechándolo con ansia sabiendo que brevemente se esfumará... Al día siguiente el frente de poniente se estaba acercando. El viento NE rola por la noche a NW, y a lo largo del día a W y WSW, así suele ocurrir. Entonces, las playas orientadas al este cambian su cara, pasando de un desfase oscuro de lluvia y espuma, a amanecer con un mar limpio y cristalino, cayendo los restos del temporal en forma de grandes ondas ordenadas ahora con viento off-shore. Y ahí estaba yo en el agua, aún de noche, antes del amanecer, antes de ir a currar. Para ver salir el sol a través de la pared translúcida de las olas, es la mejor forma que he descubierto de ver un amanecer. Y entonces llegan las tormentas de poniente... Y me quedo con aquella tarde que el viento roló y dejó una mar de fondo tendida y peinada, rompiendo las derechas con furia ruidosa sobre el fondo de arena dorada, recogiendo el agua bajo sí mismas, avanzando enrolladas como una cremallera, invitando a seguirlas.. En ese lugar, al estar orientado al sur, el sol se pone sobre el mar en invierno, y las imágenes que se sucedieron durante esas horas hasta que quedamos totalmente a oscuras flotando en el agua, no se borrarán nunca de mi memoria.. Tubos de color verde esmeralda dejando ver a través de sí los rayos de luz, sólo podía suspirar ante la belleza de lo que estaba viendo, en aquel lugar apartado de toda construcción, con las playas y calas vírgenes custodiadas por preciosas montañas vestidas de verde, y sólo nuestras huellas y las de dos caballos blancos que paseaban a lo lejos.. Y finalmente una explosión de luz roja en el horizonte, al ponerse el sol.. Sé que no es bueno mirarlo fijamente y de hecho aun veo 20 soles al cerrar los ojos, pero es que no podía dejar de hacerlo... Todo esto fue en realidad tan rápido, quería detener el tiempo y que durara para siempre, pero en seguida se escapa.. Y de ninguno de estos días tengo foto alguna, ningún recuerdo físico.. Hay que decidir, o estar en el agua y vivirlo con tus ojos, o hacer fotos desde fuera.. Cuando hay tiempo se pueden hacer las dos cosas, pero con las prisas no me lo pienso.. Las fotos bien puedo perderlas en un naufragio...

(Música PLAY)
15 y 16 de noviembre 2008

Dos buenos días más de olas soleadas y noches de luna llena, compartidos con mi amigo Juan, para el recuerdo.. Esta foto, con la luna saliendo por el horizonte reflejándose en las ondas, lo resume bien...

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Los días cada vez mas cortos...

Un día de estos que se van acortando, me quede ahí sentado.. Pensando.. Otra vez más.. Tenía que decidir.. Quizás acerté, pero me dejé llevar de muy adentro.. Y eso hago... Me dejo llevar porque donde mejor me siento es en el ritmo del sol, del viento, de la oscilación del Atlántico Norte... Por qué debería quedarme aquí, esperando.. Ahora que vuelvo a escribir sobre el papel después de mucho tiempo.. Me encanta seguir viendo cosas nuevas, quizás pequeñas, no quiero despistarme ni dormirme esperando grandes señales.. No eches a lavar tu chaqueta, en el bolsillo hay algo para ti, es solo que me acordé cuando no estabas.. Me encanta salir de la cama antes de que lo haga el sol del horizonte cuando algo se acerca, me siento dueño total del tiempo... Ahora el despertar es más dulce con tu alarma.. (H)ojalá pudiera reuniros a todos..... Gracias por vuestras fotos, de aquellos días que compartimos o yo iba y volvía, ... muerto de la sed.. Increíbles aquellas mandarinas, albaricoque, manzana, plátano -gracias Jose- y tragazo de agua bajo el sol, reponiendo fuerzas para volver al agua, sin poder salir de allí... No podía.. No podía... Yo me quedo allí otra vez, esta vez para siempre.. Por si un día te apetece venir a buscarme.. Nos volvimos con la misma canción en el coche.. Por qué quedarse amigo? Aquí esta tu nueva oportunidad.. Muy buen viaje.. Y espérame.