Volviendo de...

...nuestra última escapada a otra realidad paralela, en un momento dado sonó esta canción. Completamente despierto, atento, aunque relajado viendo llegar las rayas blancas de la carretera una tras otra, esta música salió del altavoz abriéndose paso entre las revistas, acaricio el aire que filtraban todos los seres durmientes de la furgoneta, atravesó mi oreja derecha, salió por mi izquierda, se coló por el hueco de la ventana y, por el retrovisor vi como , tras elevar un poco las ruedas del asfalto, se perdió en el cielo que dejábamos atrás, expandiéndose como fuegos artificiales en mil direcciones. En ese momento de éxtasis miolastiana de perdida de propiocepción pensé que tenía suerte, por muchas cosas: por estar flotando en el océano atlántico un lunes cualquiera de diciembre, cegando mis ojos con el sol hundiéndose en el horizonte; por escuchar en silencio guitarras escondidas en una esquina tras personajes de todo tipo; por tomar una cerveza cansada después de surfear todo el día; por dormir con las historias de Miranda July, sobre la arena, bajo el cielo brillante; por enroscar los espaguetis en el tenedor al aire libre, por la noche, escuchando el mar; por tenerte como amigo..

(Música PLAY)