13/06/2006
El levante nos regaló una semana de olas por todo el litoral SE, estas fotos son de algunos de esos días.

Cadiz, Viernes 5 de Mayo de 2006 
Con esta canción improvisada cerrí mi actuación en el Pay-Pay. A los que pudisteis venir a verme... gracias
Embarcadero con niebla.
Mar Menor, invierno 2004


"A las nueve, el viento había barrido las nubes, despejando el cielo, y la luna, que declinaba hacia poniente, tendía una luz serena sobre las encrespadas aguas. Cada vez que la lancha era lanzada a lo alto divisábamos millas y millas de mar embravecido que se agitaba, se rompía en espumarajos sobre las crestas que avanzaban hacia el Oeste. Si no hubiera estado realmente molido de huesos creo que me hubiera exaltado la majestad de aquél espectáculo y la maravilla de aquella embarcación tan pequeña y frágil, pero capaz de infundirnos la impresión de seguridad por tan proceloso mar. Descubrí lo que podríamos llamar un ritmo cósmico en la procesión de aquellas olas. Pasaban por debajo de nosotros con gran regularidad, a intervalos que me permitían contar sin prisa hasta diez, entre una y otra; de cresta a cresta tendrían unas doscientas yardas, y calculaba que pasaban a una velocidad no inferior a treinta millas por hora. Incesantemente alternábamos entre refregones de viento y rociadas, acompañadas de rugidos de olas, rotas por la cresta, y la calma de los profundos y negros senos en que la lancha apenas dejaba estela.
[…]
Nunca me había parecido la lancha tan pequeña como entonces, y me imaginaba la cáscara de nuez que parecería si uno pudiera contemplarla a vista de pájaro en aquella inmensidad del océano. El oleaje corría a lo largo, viniendo del Sudeste, formando lomas de prodigiosa altura; pero, sin viento, eran poco temibles. Las crestas de aquel mar de fondo se echaban sobre nosotros con una pujanza y una majestad que encogía nuestros corazones, y tiritando de frío como estábamos y agotados por las pasadas penalidades, era para nosotros un espectáculo emocionante verla llegar y sentirnos levantados sobre sus formidables espaldas para encontrarnos enseguida en lo profundo del valle que se abría entre ellas.
[…]
A eso de las nueve se nos ofreció a la vista una línea blanca que se extendía hacia el Norte y hacia el Sur a la distancia que podría alcanzar nuestra mirada. El ancho oleaje del Pacífico, roto por la barrera de coral, se deshacía en truenos y espumosos penachos, con una fuerza formidable.
[…]
Jamás había experimentado la capacidad del cuerpo humano para resistir el tormento, pero he de añadir que tampoco tenía ni una remota idea de la fortaleza que puede manifestarse en el espíritu humano cuando se le pone a prueba en circunstancias apuradas como aquellas. Digan lo que quieran los hombres en desprecio del prójimo, y observe yo lo que observe en los hombres de defectuoso, siempre pensaré en mis compañeros de la lancha del Bounty y mantendré inconmovible mi creencia de que en la hora más negra de la vida, en situaciones que sobrepasan del límite de lo que puede soportarse, la mayoría de los hombres demuestran un heroísmo que los pone por encima de todo aprecio.
[…]
Las pausas entre los chubascos eran de corta duración. Vinieron otras turbonadas más violentas que me permitieron ver al capitán Blight en toda su exaltación. La luz cegadora de un relámpago rasgó las tinieblas de la noche, siguiendo el estruendo de un trueno que pareció conmover los mismos fondos del mar, y en aquel momento una montaña de agua levantó la chalupa y la lanzó a un abismo en posición casi vertical. Y allí estaba Blight como en su trono, levantado sobre nuestras cabezas, exaltado en algo más que en un sentido material.
–¡Achicad, muchachos! –gritó–. ¡Dios mío! ¡Estamos venciendo al mismo mar!"

"Hombres contra el mar" (Ch. Nordhoff y J.Norman Hall), segunda parte de la trilogía de la historia de la rebelión del Bounty en 1789, donde se recoge la suerte que corrieron dieciocho de los hombres que se mantuvieron fieles junto al capitán Blight, abandonados en un pequeño bote en mitad del océano Pacífico. Mi libro favorito.

(Música PLAY)
03/06/2006
Fotos de este sábado, mar de fondo sorpresa, pequeñito, que a primera hora cayó bonito sin viento, es lo que sigue a una noche de persianas dislocadas por el levante nocturno que cae al amanecer (me gusta dormir oyendo cómo se mueven y pensando en el día que viene).. Más olas que en la Costa SW de la Luz en verano, aunque el invierno ya es otra cosa.. Por la tarde subió un poco el viento y cayeron algunas olucas sin mucha gracia en nuestro parque regional.. Sin duda lo mejor fue estar en el agua con vosotros.. Espero veros otra vez, muy pronto....