Tánger, julio 2010


Caminando entre la gente tuve por un momento la sensacion de que mis pies no tocaban el suelo, siendo arrastrado suavemente entre aquel rio humano en una direccion, cuando se cruzo de pronto y en sentido contrario, esquivando los cuerpos de piel morena que iban y venian, una mariposa blanca que procedia, pense, de muy lejos, habria sobrevolado el atlantico, cruzando el estrecho ayudada por el humedo, y aqui calido, viento de poniente, y se perdio de manera magica entre manos tatuadas de gena, pies con chanclas de cuero, pañuelos y barbas, calles estrechas, mezquitas, zocos, plazas y palmeras, dirhams y taxis, hacia el corazon mismo de Africa, cruzando el Atlas y el Sahara, para morir cubierta de polvo y arena, envuelta en historias...


(Música PLAY)