Señales en Calblanque.
Hay un rinconcito del Mediterráneo, cerca de donde yo nací, donde aún puedes, desde el mar, mirar a tu alrededor y no ver ningún edificio, ninguna grúa, ninguna presencia humana si vas en invierno. Sólo escuchar tus pies hundirse en la arena, el agua, el viento, y sólo encontrar tus huellas en el camino de regreso.. Un buen sitio para perderse, ojalá siga así, virgen y tan mágico, al menos para mí, por mucho tiempo.
Es normal, como me contaba un amigo durante un paseo por allí, que andemos por un simple camino de tierra pensando que no es más que eso lo que pisamos, sólo tierra. Pero si prestamos un poco de atención, si somos un poco sensibles y cuidadosos, nos daremos cuenta de que existen montones de señales, que nos pasan desapercibidas, de todas las cosas vivas que nos rodean. A menudo pienso que nos creemos el centro del universo y no somos más que bichos con dos patas que andan por el campo igual que lo hacen muchos otros seres, animales y plantas a su manera, que viven su vida y tienen sus alegrías y problemas independientemente de nosotros, y dejan un rastro que puedes ver sencillamente acercando la nariz al suelo: huellas, nidos, trampas, escondites... Si miras de cerca una flor, seguro que dentro lleva un bicho tan a gusto durmiendo; si fijas la mirada en unos matorrales descubrirás a una lagartija vigilándote, o un escarabajo que te ha oído está haciéndose el muerto; levantas una piedra y aparece un escorpión fresquito en su sombra; un agujerito entre unas ramas es en realidad el nido que se ha construido una tarántula; un sencillo huequecito en la arena es la trampa de una hormiga león, que espera enterrada en el centro con sus súper-mandíbulas a que una desgraciada hormiguita argentina resbale y caiga dentro, pero a veces el cazador es cazado... Una oruga merendando su hojita tierna, la casa de un pájaro carpintero en el tronco de una palmera, el cráneo de un lagarto con su "tercer ojo", un sentido de la luz del que tú y yo carecemos.. Notar todo esto, aunque sea por unos instantes, y sentir que no soy el único sino una parte más de algo, me hace sentir pequeño, humilde, prescindible... Y en esto pienso cuando veo anochecer tras las montañas, y brilla la primera estrella o planeta en el cielo..

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22/07/2006
Un bañito ventoso de esos de verano en La Manga


(Música PLAY)
Recuerdos de este invierno...
...Pronto huiré de este calor
12 de julio, 2006
Me tomo mi tiempo. Necesito más tiempo. Dejar de ver homo sapiens y encontrar de nuevo las playas vacías con el frio del invierno. La arena sin huellas. Las olas rompen solas. Los flamencos han vuelto. Puedo llorar sin que me vean. Componer nuevas canciones, de esas sin acabar. Con mi jersey de lana. Fuera está lloviendo. Lo oigo en las ventanas. Por primera vez no solo será real, sino que será como un sueño. Como antes. Como si aun estuvierais aquí, y pudiéramos regalarnos algo. Aunque solo fuera un abrazo. Tanto, en realidad. El vaso se cae y se rompe en mil pedazos, por todo el mundo. Estáis por todo el mundo. Ojalá pudiera reuniros y contarnos tantos momentos. Ojalá no existiera internet, ni el teléfono, ni los coches, ni los espejos. Ojalá no existieran los espejos. Ojalá todo fuera improvisado. No haré planes. Para no estropear los planes que la vida tiene para mí. Hasta pronto.