Así se despide el año por estas tierras, pero.. ¿Acaso el mar entiende de los números de los calendarios? 31 de diciembre o 1 de enero, otro año y se supone que vida nueva... Sin embargo, el sol saldrá mañana y lo hará pasado mañana como estos días, las olas seguirán desplomándose en la orilla, todo contínuo, sin divisiones, sin marcas, sin horas, el tiempo sigue constante... Y mañana no será distinto a hoy, seguirá siendo un día de cielo azul y enorme sol bañándose en el mar, reflejándose en las olas que, muy temprano, romperán probablemente solitarias...
Los nortes por fin han dejado frías olas por toda la costa Este, dibujando imágenes, dando vida a los paisajes, creando refugios donde poder huir de la gran ciudad...
Entre amigos, sol y olas fluorescentes han pasado estos increíbles días. Ahora toca decir hasta pronto -sólo hasta pronto- a la Costa de la Luz, y comenzar una nueva etapa mediterránea en la que llaman "la Costa del Azahar".. Tendré que descubrir por qué...
Primeros días de diciembre 06 en las playas del sur
Siguen llegando ondas a estos rincones del sur, haga frío, llueva o sople el viento en una u otra dirección.. Estos días disfruté siendo los primeros en el mar junto a Sebastien, buscando olas huyendo de china town, y cogiendo taxis para salir del agua y tomarme unas cervezas con vosotros en El Pirata, hacer fotos, o simplemente charlar viendo ponerse el sol tras el faro, que ya tenía muchas ganas.. Espero veros pronto amigos.
Última semana de noviembre 06. De nuevo en la Costa de la Luz...
Pensaba en todo esto el otro día, cuando el cielo naranja ardía en el horizonte sobre el mar ondulado de grandes olas verdes, con series que al levantarse se veían traslúcidas y tapaban el resplandor que cegaba los ojos, pudiendo relajar la vista… Pensaba que este es uno de los pocos sitios que he conocido donde no he echado de menos otro sitio… Donde he sentido “aquí me quedo”.. ¿Qué tiene este lugar? No me siento un extraño forastero en el agua, se me contagia la alegría de la gente, disfruto viéndolos surfear con estilo, intento aprender cada día un poco más, y retener en mi cabeza para siempre todo lo que veo, lo que oigo, lo que toco, lo que huelo… Volver de nuevo a recorrer las carreteras de la costa entre el campo verde, viendo las ondas caer a lo lejos, adentrarme en playas enormes y vírgenes, con las pisadas de algún caballo que corría por la orilla como únicas huellas, volver de nuevo a flotar sólo en medio de labios líquidos que se desploman pesados, transparentes, enrollándose sobre sí mismos y avanzando poderosamente, escupiendo sifonazos como una criatura marina gigante que está viva.. Estoy en la Costa de la Luz, y me siento libre, y me siento vivo, y vuelvo a escuchar esta música que me recuerda a estas mismas sensaciones, y tengo una sonrisa de oreja a oreja todo el día y un cosquilleo en el estómago, y cada día, al volver a casa, esa sensación en los pulmones de cansancio al respirar profundamente, y quiero que me dure para siempre…
Un dibujo que hice este otoño.. Época de olas -en teoría- en el Mediterráneo, que tan rápido como vienen, se van.. Hay que estar muy pendiente, perder uno de los pocos días es un pequeño (o gran) fracaso. Es curioso cómo en este mar estamos acostumbrados a que las olas vayan ligadas al viento.. y que te pregunten "¿ha habido olas? pero si no ha soplado viento..." Es curioso hacerse viejo y no saber qué es eso de las mareas, que el mar esté bajo por la mañana y por la tarde no haya playa... Es un mar pequeñito, me vió crecer a su lado, y le tengo cariño. Y sí, a veces hay olas y uno puede deslizarse sobre ellas, como los delfines. Y tras la recompensa de esa sensación, sabes que merece la pena la próxima espera.
